Vistas de página en total

jueves, 28 de agosto de 2014

Sigo oyendo su voz


Desde que se inauguró esta semana y el azul de su mirada se retuvo en mis pupilas, exageradamente dilatadas e inundadas de unas lágrimas rancias de aguantarlas para no perder un pellizco de su belleza sublime de mujer manchega guapa, no puedo dejar de recordar a una de sus más grandes y fieles devotas, que empezó a inculcarme sus más profundas piedades y sus más íntimas convicciones ya cuando dentro de su vientre percibía el sonido de las cuentas de un rosario deslizándose entre sus gastadas manos, y un silencioso rezo frente a la que desde su camarín nos cuida y protege retumbaba hacia sus adentros.
Aquella mujer, madre de una numerosa familia y a la que el Señor llamo a su presencia demasiado temprano, me infundio entre otras muchas cosas, a vivir el cristianismo y a vivir la Semana Santa, las glorias, las tradiciones, las devociones de nuestra ciudad. Digo a vivir, sí. No a ver, ¡a vivir! Como me inspiro a vivir la Cuaresma, y el Adviento y la Navidad. Me grabo a fuego, que a Dios no se le ve: a Dios se le vive. Se le vive en cosas tan simples como puede ser montar con esmero el Belén el día de la Inmaculada, en cosas tan simples como agradecerle la comida diaria. Me contagio a vivir el amor a la Virgen: “Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea..." Y su personal modificación de la Salve: “…a Ti suspiramos gimiendo llorando Y RIENDO en este valle de lágrimas y de ALEGRÍA…”
A vivir la Semana Santa. A entender la catequesis de cada imagen, de cada olor, de cada sonido. 
Aprendí a oír el silencio en la calle Estación Vía Crucis, uno de sus rincones favoritos, al paso del Señor de la Buena Muerte y su Madre del Mayor Dolor. Ante ese paso del Cristo del Silencio, pongo y escucho ahora de boca de mi madre las palabras que San Agustín le presta: “La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado”. 
Te siento junto a mí y reconozco tu voz en cada oración que su belleza me inspira.

martes, 26 de agosto de 2014

Camino de la cruz.

Se aprestaba a iniciar su vía dolorosa cargando con la cruz, ansiaba arrancar la soga de sus manos cuanto antes para poder estrecharla, para alcanzar a quererla. Y...allí estaba yo para contarlo, para captar el inaplazable inicio de su camino hacia el Golgota. Con toda la grandeza  de su expresión, de su ser, con toda la magnitud del drama que se aproxima. La imagen de Dios, el Dios de una ciudad encamina sus potencias, su gran poder hacia la muerte en la cruz, sobre un manto de claveles rojos tejido en la noche más hermosa de la ciudad. La corriente de un aire fresco aún estaba viva. Crestas color madera, volutas repujadas para mecer el altar de Dios. Y en el cielo San Pedro tiñendo nubes de color tempestades en una madrugada de Viernes Santo. Esta imagen no estaba en ningún salón, ni sobre una cabecera de dormitorio, estaba sobre la mesita de noche de una Madre tocada de Gracia y Esperanza, que llora viendo sufrir a su Niño.

viernes, 22 de agosto de 2014

Esta es la fe verdadera...

la que nos arenga a creer en unos fervores sacrosantos, arraigados hasta los mismos tuétanos de tu gente, del pueblo que te quiere y de la ciudad que te venera, la que vence al tedio y al escepticismo con una simple oración sincera, la que deja en manos del destino lo que el destino tiene marcado sobre nosotros. la que nos mantiene en vilo esperando un nuevo atardecer, de una nueva víspera y en el mismo altar de amor.

martes, 19 de agosto de 2014

Razones del sentimiento.

Nuestra Ciudad Real de fe, de amor y de poesía. Soñar con estas sutilezas para tratar de purificar en la medida de lo posible ese conjunto de espíritu y materia, imágenes e imagen de lo humano y lo divino.
Y todo ello como una "procesión que va por dentro", todo ello como una "Quincena Santa secreta" que solo durante estos días se proyecta, se hace visible, explota en luz, en color, en música, en incienso, en plegarias, en Salve final y en flor -mágicos dones de esta epifanía veraniega en la Mancha- y se convierte, a su vez, en imágenes e imagen del tiempo, que es nuestra propia historia personal, e imagen de la eternidad, que es contemplación incesante de lo que amamos. Se trata de intentar ver la materia de fe -que de algún modo se convierte en "gracia"-, el sentido de amor -tan vinculado a un cierto conocimiento vivencial de la "belleza"- y ese modo de hacer poesía, no escrita, en la emoción del presente -síntesis de lo vivo y lo lejano, materialidad del sentido organizado en "tradición"-. 
Poseemos, como es sabido, una compleja singularidad estética, una cierta tendencia a sobrevalorar rasgos sensoriales de la religiosidad. 
Y, para que uno pueda aclararse en esa "procesión que va por dentro", grandeza de nuestras vidas, ciudadrrealeño que aun espera de la condición humana algo mas que barro, huellas que inviten a caminar, conviene advertir también que toda esa sensibilidad para interiorizar la gracia, la belleza y la tradición  de lo nuestro es, en Ciudad Real, trabajo de las cosas que hacen mas humano al hombre, impulso y sangre de las generaciones: algo así como el sufragio universal de los que ya murieron, de los que ahora vivimos y de los que aun no nacieron. Nuestra "procesión" interior es el resultado de la voz y el voto de los siglos. La materia elegida para modelar en cada uno de nosotros una imagen del mundo, una imagen del hombre y una Imagen de Maria. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Una ciudad, una Madre, una sola fe.

Grano a grano se fue aclarando la mañana. Su eterna presencia y la cercanía presentida, se paseaban con el aire fresco, particular, único de esta ciudad cuando tercia el mes de agosto. Un agosto celeste y  lleno de luz, despabilándose casi en las mecedoras del aire, que trasnochan en las puertas de las casas de nuestros barrios. Una ciudad plena de  esperanza, esperanza en toda la extensión de la palabra. Llena toda ella de una mirada añil, intensa, maternal y alegre como seguidilla manchega, dejando claro con su letra: “la Patrona del Prado es Capitana de las siete banderas del Rey de España”,  que bien descrita su realeza. Su bocanada de fe, y la esperanza que siempre sigue viva en Ella.  Por eso es diferente y distinta en todo, en su cara morena, en la finura del tierno abrazo de sus maternales manos, en su amor, en su dulzura, en su niño, que eterniza esa infantil sonrisa recordando los bailes al pie del ventanal de su cobijo, y en el trasiego que alcanza a suscitar con su cercana estampa en el transcurrir de los gozosos días sobre la filigrana de su paso de plata. Y nos mantiene en la esperanza. Y surge la oración que se transforma en cántico. Su himno, de estilo sabio y alentador se hace cómplice con la exquisita y natural candidez de su hermosura. Y ahí, quedaran esas estrofas cantadas con el fervor de sus vecinos, para gusto y regusto,  que se duermen en los brazos de tu eterno silencio. Sueños de devotos, con tus miradas de Madre bondadosa.
 Y esa mañana, fue dando tranco al día, las horas pasaban dejándose caer en los brazos de una tarde, que de azul se teñía, para parir una  inmensa noche con frescura que adormece los sentidos. La anochecida aparentaba abrigar más estrellas si cabe con su gloriosa presencia. Fue por los antiguos jardines de su casa prioral remozada, una Catedral, no cabe menos para nuestra vecina más venerada, más bienaventurada. Esa noche, la primera de cada año que nos damos la mano en un cariñoso y ferviente envite sobre tu paso, para luego fundirnos en una Salve de cariño, respeto y admiración sin medida. Figura de Reina sin igual, estirpe palpitante más que nunca de una fe que en tu pueblo rebosa. Majestuosa en todo, de pura, de lozana, de guapa y de hermosura serena, sumisa aceptando la voluntad del Creador. Ante Ti se embelesa toda poesía, a Ti que te han cantado tantos poetas… “y  se ahoga el trigo en el campo,  porque no lo llevan a ver tu cara morena en el Prado “. Y  te canta el atardecer, y te canta el pajarillo, recordándonos tu sublime realeza, te canta también la  estrella, y la rosa, que fue por Ti a la orilla de la fuente y su pétalos mojo para estar aún más bella y fresca, y de su tallo se separó dulcemente para sucumbir en tu sublime presencia...Eres Tú el cielo azul, donde duermen los blancos luceros, donde vuela el verde mar de mis desvelos. Y es que Señora contemplando tu imagen fina como una acuarela, tu manto abierto como un abanico, sonora te haces como el viento entre las pámpanas de nuestras cepas y que abraza las ramas de nuestros olivos en los campos de tu tierra, Capitana de nuestra nave se hace cuando le cantan: “Santa María del Prado Reina de Ciudad Real”. Y es que Ella hasta levanta el mundo, da sentido a nuestras vidas y nos descifra los misterios de la fe aventajando a cualquier catedrático. Nuestra Madre del Prado, donde se miran el aire fugitivo y las altas estrellas. Estrella sin noche, sin cielo, sólo sus dulces brazos, para tu cuerpo tierno.

 Me gusta hablarte así Madre, empobreciendo el bello oficio de los poetas, eso me puede y puede conmigo. El respeto me lo das Tú. A esta hora, me gustaría seguir cantándote, pero… ya te despides de mí. ¡Qué día, Señor! Nuestra Virgen del Prado paseándose con sus mejores ajuares y su Niño de la mano por la blanca y llana ciudad de reyes, de cales  y  geranios. Hay tanta hondura y verdad en la fe sencilla de sus paisanos como en el agua de noria, clara y fresca que riega nuestras huertas,  donde se miran el aire fugitivo y las altas estrellas… y es ya cuando se mezcla la sal con el agua, y la luna se viste piel morena, y va cayendo la noche,  mientras yo medito, y canta el pajarillo, pajarillo canta, no dejes tu oración,  presa en tu garganta. Luego, Madre  te soñaría, sobre una charca de lluvia colmada de estrellas, repleta de sueños azules como tu mirada al viento, como tus ojos de cielo, y una luna...una luna nueva de agosto que al compás de campanitas se va meciendo.

martes, 12 de agosto de 2014

No es un perfil...

es, el Perfil... Perfil de trigales y de vides derramándose, acorde, sobre el cáliz de nuestra gleba estéril, poniendo en orden el caos de esta Sagrada Cena del mundo y de los hombres... Perfil de la entrega, dulce mirada celeste en la caída de nuestra carne débil... Perfil que de amor nos traspasa y se hace grito postrero de mágicas ternuras, mientras la hermosura alcanza su máxima expresión... Perfil poderoso y silente es hora de levantar al cielo ya su aureola y su plante hecho para dar Luz, concebido para iluminar a su paso la ciudad.
Ciudadrealeño, ¿cual, donde, como aparece para ti la imagen, el perfil de Maria en medio de la calle?

sábado, 9 de agosto de 2014

Amén...

Es una palabra aramea (la lengua de Jesús) que significa fuerza, solidez, fidelidad, seguridad. Se usa para afirmar y confirmar. Decir Amén es decir que sí, que así es, que estamos de acuerdo y afirmamos con fuerza y seguridad lo que creemos. Decir amén al final del avemaría es decirle: "Sí, Madre, yo sé que cada vez que te dirijo esta oración tú trabajas mi corazón, me estás formando, me vas modelando poco a poco, me vas ayudando a crecer en las virtudes de la humildad, la pobreza, la caridad, la pureza, la prudencia, la generosidad, la misericordia.... Sí, Madre, hazlo con toda libertad, te lo suplico: amén."

viernes, 8 de agosto de 2014

Y en la hora de nuestra muerte...

Así como estuviste junto a Jesús en la hora de su muerte, así desde ahora te pido que cuando termine mi vida terrena estés conmigo. Si paso mis últimos días enfermo, quiero que como buena madre me acompañes de día y de noche. Al morir quiero tener un Rosario en la mano y sentir tu mejilla en mi frente, mientras me dices al oído: No tengas miedo, que no te aflija cosa alguna, ten confianza, ¿qué no estoy yo aquí que soy tu Madre?
Quiero que mis últimas palabras sean: "María, Jesús", y que habiéndolas pronunciado me cargues en tus brazos y me pongas en los brazos del Padre. Quiero que tú me lleves con Jesús, y que al despertar allá en el cielo tenga mi cabeza reclinada sobre Su pecho, y estar sintiendo tus caricias por toda la eternidad.

jueves, 7 de agosto de 2014

Ahora...

En el momento presente, en todo momento presente. Cuando todo va bien y cuando no, cuando estoy en gracia y cuando no, cuando me siento bien y cuando no, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y las tristezas, en la luz y en la oscuridad: siempre. El "ahora" abarca toda mi vida, porque el momento presente recoge el pasado, el presente y el futuro: todo lo pongo en tus manos. En el presente reparo por mi pasado, te ofrezco mi futuro, vivo según el Evangelio.
Decirle ruega ahora por mí, es decirle: te necesito siempre a mi lado María, siempre; no te separes de mí.

martes, 5 de agosto de 2014

Ruega por nosotros pecadores...

Su maternidad espiritual se extiende a todas las generaciones, y ella ruega por nosotros, vela por nuestras necesidades. Como en las bodas de Caná va una y otra vez con Jesús y le dice: "No tienen vino", y obtiene abundantes bienes para sus hijos. Ella protege con particular predilección a los más pequeños, a los indefensos, a los enfermos, a los que tienen heridas morales, a los pecadores. Vemos lo espléndida que es en los Santuarios Marianos: Guadalupe, Lourdes, Fátima, El Pilar, Loreto, Luján...Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, me declaro pecador, necesito que desbordes sobre mí tu corazón misericordioso.

Santa María, Madre de Dios...


Comenzamos la segunda parte del Avemaría exaltando su santidad y el gran motivo de su dignidad. La portadora de Dios es Santa. Ella creyó en la Palabra del Señor y se entregó como la esclava del Señor, y gracias a eso el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Como madre alimentó a Jesús, lo protegió, lo educó. ¡Qué digna representante del género humano que le da a Dios todo el amor que su pequeñez es capaz de dar!

Nos duele escuchar: "Y los suyos no le recibieron"  pero María sí lo recibió y hoy nosotros, cultivando la vida de gracia, queremos recibirlo como lo hizo ella.

lunes, 4 de agosto de 2014

Y bendito es el fruto de vientre, Jesús...

María es la viña fecunda que nos entrega el mejor de los frutos, el alimento que sacia. El fruto de su vientre es fruto del amor de Dios, de la maravillosa y fecunda colaboración entre el Espíritu Santo y esa pobre jovencita de Nazareth. A mí me ayuda mucho contemplar en su camarin a nuestra Madre del Prado que nos muestra a Jesús en manos de María en forma de Eucaristía: "el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre" (Jn 6, 51).

domingo, 3 de agosto de 2014

Bendita Tú eres entre todas las mujeres...

Isabel fue la primera en decirle a María: "Tú eres bendita entre todas las mujeres". Es bendita porque Dios la eligió con amor eterno, porque es la Madre de Dios, porque es Madre y Virgen, porque es Inmaculada, porque fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celeste.

sábado, 2 de agosto de 2014

Llena eres de gracia, el Señor es contigo...

Porque Dios está con Ella, María está completamente impregnada de gracia, como una esponja bajo el agua. María está llena de la presencia de Dios y Dios es la fuente de la gracia. El poder del Altísimo la cubrió con su sombra, es decir, Dios descendió para habitar en Ella.
María es "la morada de Dios entre los hombres"  Dios se da por completo a María, la colma de belleza, y Ella, que desborda Gracia divina, la entrega a la humanidad.

viernes, 1 de agosto de 2014

María...

Pronunciar el nombre de María te llena de amor y de confianza. María significa la amada del Señor, Señora, estrella del mar, la que orienta a los navegantes y los dirige a Cristo. San Alfonso María de Ligorio dice que es un "nombre cargado de divinas dulzuras" y Tomas de Kempis afirma que los demonios temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara.