Vistas de página en total

jueves, 31 de julio de 2014

Dios te salve...

Imagínate cómo es la mirada de Dios sobre la mujer que Él creó y eligió para que fuera su madre: una mirada llena de amor, de predilección, de gozo y complacencia. Hasta donde te sea posible, cuando comiences el Avemaría apropia la mirada de Jesús sobre su Madre y salúdala con las palabras del Arcángel Gabriel en la anunciación. Desde lo más profundo de tu corazón dile: "alégrate María".

miércoles, 30 de julio de 2014

Y me encontré un Dios que me hablaba


El Amor que nunca se acaba...

Descendían el cuerpo sin vida del Amor… por su arrabal…al amparo de las murallas reposadas de su oratorio y allí estaba Ella para arrullarlo, para susurrarle, para quererle, para amarle. Y…allí estaba yo. Coloque la cámara en la zapata y sobre un Gólgota en un paso recreado, me encandile con la escena matizada de claroscuros en la que se acrecienta toda la crueldad de la tragedia. El Amor de Dios llagado, lanceado y con las potencias irradiando su gran poder se precipita, desciende sobre los claveles de su paso. La cuaresma en la ciudad aún estaba viva. Imágenes grises de aflicción para borrar la sangre de su materia mortal, misericordia para una Madre. Mientras por el cielo de los Remedios, bohemios de nuestra tierra tiñendo las emociones del Viernes Santo. Esta foto nunca debería haber estado en mi cámara, ni en su tarjeta de memoria, ni en la guantera de mi coche ni en el fondo de mi cartera de devoción desgastada, y es que la atesoraba Dios en el cielo de esa capilla y me la regalo una mañana, cuando despuntaba una cuaresma de la que nunca olvidare el mejor de los regalos, la imagen de su Hijo, el Amor que en otros tiempos a mi lado siempre estuvo, y... es que tanto Él como yo nunca nos habíamos despedido.

sábado, 26 de julio de 2014

Quince años de hermandad...quince años de verdad.

Hoy, que la cuaresma espera el cobijo de una ciudad inundada en uno de sus arrabales de recuerdos,  hoy, a la espera de que ocupes, como cualquier mortal, tu habitación en la que es tu casa y que  comiencen a germinar melodías de ensueño con olivos que te acunan y oraciones de tus hijos que llenan quince años sin dejar de quererte, dejarme que os cuente quien es ese que en una estancia, ya para siempre sagrada, y al amparo de su Madre, reina, que no se esconde.
A unos lapsos de que la espera de tus cofrades, siempre eterna, despierte de ese  sueño inmortal entre nostalgias y añoranzas, y la luna de Nisán adorne su destello en las pilastras de una catedral cansada y vieja de contar centenarias historias, darme licencia para que os transmita  lo que profeso cuando veo cada Domingo de Ramos a la hermandad más joven de la ciudad…pero que todos los sentidos resucita.
Anhelando esas horas en que mis pies me insistan  en conquistar una tregua, mis emociones clamen una quietud y mis sollozos ya no requieran esconderse tras una cámara en la que aliviar mis pecados, leer  estas líneas y entenderéis lo que digo sobre quien atado, reinando sobre el altar tallado por el amor de sus hermanos y acosado por sayones y romanos, vemos cada Domingo prendido, anhelando la Salud de su Madre consolándolo tras sus pasos.
Su hermandad, sus cofrades, sus hermanos quieren hacer que creas, que sientas que ese que al compás de latidos de corazones costaleros anda buscando la conversión de cada uno de los que lo admiramos, respira el mismo aire que nosotros respiramos y que es más, mucho más que una simple talla de madera, que su nombre es el que mueve los cimientos de miles de personas que tienen en su camino el sendero para llegar a la gloria. Y, es que su Palabra rompe portones, abre ventanales, aparta cerrojos, aclara cancelas, y ablanda corazones con sólo escuchar el regalo de su silencio. Porque su contemplación te duerme en el horizonte de los días que nos quedan por vivir.
Mira más allá de un izquierdo dado al compás de una marcha, o de una bulla que camina de espaldas doblegando las paredes de un pasaje a merced de su aliento.
Búscalo en los latidos de cada nazareno de fila, en las fajas que envuelven hombres con ofrendas y fatigas, en las órdenes de mando que desnudan las creencias de un pueblo; porque ahí es donde se esconde la grandeza de este Dios.
 Faltan aún unos meses  para verlo, y ya percibo su hálito recorrer las hilvanes de mis fibras, faltan un par de estaciones con su cuaresma para notar sus pisadas viniendo de frente en ejemplar racheo de alpargatas, y no sé si salir a su encuentro  por los angostillos de mis años ya gastados para darme cuenta de quién soy.
No deja de resonar
en mi cabeza lo que una vez Dios en la soledad de su “habitación sagrada”  me susurro entre plegarias: “perdonar es el valor de los valientes” con un humilde aviso es capaz no sólo de perdonarte, sino de llevarte a través de una hermandad a cambiar tu corazón y a creer en la verdad de Aquel a quien sientes.
Regalarnos otros quince siglos más…

viernes, 25 de julio de 2014

Patrona, Reina y Madre

¿En cuántas faltriqueras no habrá habitado una estampa de esta bendita cara morena? ¿En cuántas repisas de comedor de casa de barrio no habrá alumbrando una negra noche? ¿Y cuantas veces relucida por una palmatoria en silenciosa y enraizada oratoria? ¿En cuántos momentos difíciles nos habrá acompañado, cuando el único asidero es la fe, el amor, la devoción de nuestras entrañas? ¿En cuántas carteras de mujeres de tradiciones y devociones calladas? ¿Cuántas alcobas habrá amparado? Qué cantidad de tactos, en multitud de camitas, de cunas, de coches eligiendo a la Reina del Prado como excepcional acompañante. Es, nuestra mejor paisana y vecina.  Parece que…el azul de su mirada esta…como perdida, pero nunca pierde de vista nuestros pasos, nuestras vidas. Esta era, es, nuestra Madre del Prado, la misma que cuando éramos jóvenes, la misma que cuidara de nuestros nietos, la misma que llevara de la mano a nuestros hijos hacia un camino de fe y amor verdaderos. Idéntica en perfección y belleza, exacta en esplendor y magnificencia, igual de piadosa y misericordiosa.
Prepárense “culipardos” porque en poco más de dos semanas bajara de su camarín para las fiesta de “hogaño”, y como no, de nuevo a escucharnos.

martes, 22 de julio de 2014

¿Que es para ti la Esperanza?

Quizás te haga mas falta que nunca y por eso la sientes con ahínco... Quizás Ella lo sepa, -no, quizás no, seguro que lo sabe-, y por eso nos envuelve sobremanera diciéndonos: "aquí estoy para lo que tu quieras", y yo también Madre... Echando al viento la quintaesencia de nuestras devociones como si fuera el bendito pañuelo que sujeta en sus manos, la vida se nos pasa tan precipitadamente como gotas de rocío que rebosan su candorosa mirada en busca de su destino final, mientras jugueteamos con laminas gastadas de tanta nostalgia en sepia a montar un altar de recuerdos. He detenido mi recorrido sentimental en el templo de mis más rancios y venerados fervores, que es el trastero de mi pensamiento, y ahora, no sé resurgir de la sombra de los gemidos y lamentos. No me habitúo a dejar de oír los golpes de tu rosario al andar, con ellos grabaste los procesos de mi fe. Ya no hiede al gélido de tu templo. Ni oigo el rezo de tu gente, lleno de Esperanza mientras hermosean tu  celestial presencia. Ni mi paso retumba tan íntimo. Cuando me descubro ante el espejo de tu Cara, sólo puedo vislumbrar mi confesión, mi propósito de enmienda y mi penitencia… Son las cosas de la Virgen...y, a que ocultarlo mi Esperanza, que eres Tú.

domingo, 20 de julio de 2014

La otra cara de las cofradías...

Ciudad Real y sus cofradías fueron nuestra grandeza y nuestra servidumbre, honor que se debió a la ciudad y a las cofradías en sí, y miseria de la que solo se puede hacer responsables a ciertos sectores de la ciudad poco fiables como ciudadanos. Quizás por ellos me atreva a decir:
“¡cofradías sin cofrades, que maravilla!”.
Esos mismos “paisanos” que a determinados cofrades de la ciudad quisieron condenar al silencio y al olvido. Esos poderes facticos que como doctores Honoris de sus causas aparecen por la ciudad, nadie sabe desde donde, ni por donde ni en que pupitre han manchado su cuaderno, y empiezan a introducirse en algún negocio, oficio, grupo social, profesión o gremio en el que, trepando poco a poco, lograran tener algún cierto dominio, y, para poder figurar en los círculos bien pensantes de la ciudad, se apuntaran a una cofradía, buscaran desesperadamente un buen puesto dentro de ellas, encabezaran donaciones para comprar nuevas candelerias y nuevos mantos, y luego, con la acogotante osadía de la ignorancia, se irán poniendo todas las medallas, se creerán la quinta esencia de “lo cofrade”, de “lo puro”, conseguirán la vara de todas las presidencias, para terminar apoderándose hasta de las reliquias de los santos.
Con estos elementos se podría escribir la otra historia de la ciudad y sus cofradías. Esa otra historia que en el caso lamentable de algunas ilustres y reales corporaciones, se están convirtiendo, por la malidicencia y la vanidad de unos pocos intrigantes, en el coto privado de una minoría discriminatoria que parece jugar a comportarse como dictadores cerriles y torpes, siempre cantando al lucero del alba.
Pobres asociaciones violadas por la envidia, la ceguera intelectual o la más simple y desproporcionada estupidez. Pobre ciudad y sus cofradías sirviendo de pretexto a tanto judas de aquilinas y aviesas intenciones y a tanto espurio comisario del rencor.

miércoles, 16 de julio de 2014

Añoranzas del Carmen

Esta es la fe verdadera, la que nos arenga a creer en unos fervores sacrosantos, arraigados hasta los mismos tuétanos de tu gente, del pueblo que te quiere y de la ciudad que te venera, la que vence al tedio y al escepticismo con una simple oración sincera, la que deja en manos del destino lo que el destino tiene marcado sobre nosotros.
Esta es la fe verdadera,…y a esa fe quisiera agarrarme cada vez que a mi mente viene su nombre, su cada día más clara y cercana imagen, sus siempre amorosas y soñadas ya palabras, Madre mía del Carmen… y, es que cada vez que me acerco a tu casa y contemplo las cintas de tu santo escapulario, en ellas veo postradas las cansadas manos de quienes un día a tu amparo y bajo tu protección me criaron…

martes, 15 de julio de 2014

Las vísperas de una devoción...

Queda lo que ocupa una brizna de tu viña florida... pequeñísimo espacio de tiempo, pero aun así, se nota en los ambientes que algo está cambiando. Aún no vuela el incienso, pero quizás, ni eso haga falta para llegar a ese universo etéreo que imagina nubes blancas y cielos celestes, y flores de siempre perfumando el tafetán pardo de tus vestiduras carmelitas, unos naranjos por los Remedios preñados de primavera anuncian que una Madre tierna, llamada Carmen saldrá a cumplir la rancia tradición como Reina sin par de las Glorias.
Llega un nuevo tiempo, las glorias y sus vísperas, y de nuevo llegan las ilusiones intactas como las del primer día y las ganas de quererte, de pasearte y de honrarte. Queda sólo un suspiro para llegar a los días que dan sentido a la tradición, a nuestras más profundas y devocionales raíces, y un año más, ahí estaremos.

jueves, 10 de julio de 2014

miércoles, 9 de julio de 2014

Ese COFRADE...

...cofrade que desde el ventanal de su casa casi se aventura a tocar la espadaña de la capilla de sus amores y que frente a su puerta embocaba la callejuela que le conducía cada mañana a un Prado realidad de marianas apariciones. Cofrade que habla  de un convento por las Terreras como si de su propia casa se tratara y que le duele porque lo están dejando que caiga en el olvido y abandono de los rezos y las rancias devociones. Cofrade que sabe colarse en San Pedro la madrugada del miércoles de silencio, atravesando multitudes, para presenciar “desde dentro” la salida de una cofradía que rompe el bullicio  con el racheo de cadenas y cruces, penitencia que perdura en el tiempo. Cofrade que comprende la altivez de ese rostro entero del Jesús Cautivo en su Prendimiento y la silente punzada que produce el Nazareno hacia la madrugada en su transcurrir por el convento, y el interminable rosario de cipreses nazarenos del Señor de las Penas entrando en el Carmen a compás de sonidos de otros tiempos, noche única y día único el del Jueves Santo, cuando los hermanos de la Dolorosa, en el oleaje humano de su plaza, de su barrio, de su gente que continúan resistiendo el Dolor que sobre un palio de estrellas y plata mecen con suave y amoroso vaivén los pies de esos hijos que todo cofrade quisiéramos ser.

jueves, 3 de julio de 2014

De...cuando el tiempo se para

 La vida no puede definirse, hay que sentir su pálpito en cada instante que transcurre, descubriendo que nunca pasa ajeno a nosotros, que forma parte de nuestra propia existencia… A veces quisiéramos que se parase el tiempo de nuestra vida en aquel momento o aquel lugar… por toda una eternidad… Tenemos la capacidad de revivirlos en la mente, nos damos cuenta de que forman parte de nuestro ser… que en ellos hemos descubierto un sentido, unos valores, que no estamos solos… y desde la fe, que hay un Dios que vive en todos ellos como una misteriosa experiencia de Amor.
La Semana Santa es un acontecimiento que sobrepasa ampliamente los límites espacio-temporales para implicarse de una manera real y profunda en el ámbito vivencial de nuestro pueblo. Define actitudes que comprometen la existencia de una persona, valores que orientan un sentido muy concreto de comprender la realidad y adivinar una esperanza más allá de ella. La Semana Santa no se ve, se “vive” en infinidad de momentos que abarcan más allá de los siete días y no se limitan a espacios definidos previamente, aunque existan marcos privilegiados. Son momentos de encuentro, de dialogo, donde las personas descubren el Misterio de un Dios que vive en medio de los hombres, que se hace visible desde la devoción a unas imágenes benditas y merced al tiempo… El tiempo…esa sombra que Dios esculpe en las esquinas del atardecer para que descubramos la verdad de las cosas. El tiempo…esa distancia que nos separa de las emociones, va pasando lentamente, como quedas oraciones musitadas a un Dios Cautivo, que se duermen al abrigo de un aterciopelado manto que nos cubre de Salud y al calor de unos guardabrisas en la encendida noche en que una túnica de tafetán albo se mece por las callejas que rodean la anhelada, cada naciente primavera, Parroquia de los Ángeles. El tiempo…ese camino que nos separa del gozo y la magia del instante fugaz, se queda enredado entre los arboles de este rincón sin igual, perfumando un sueño que por los adentros de su iglesia, Cautivo de Salud en el regazo de su Madre esta.
Y es que...quince años ante Ti no son nada, porque el tiempo ante Ti se detiene, la vida ante Ti se para...




miércoles, 2 de julio de 2014

Siempre la misma fe...

Y...es que ante esa mirada, uno se siente sin defensas lógicas. Los argumentos formales, los principios, el orgullo...desaparecen. Las hipocresías, de tantos ...son siempre secundarias ... Entonces uno se da cuenta de que sus miedos no tienen sentido, que estaba equivocado, que ... pero también que momentos como ese se volverán a repetir, quizá de nuevo en la cofradía, pero seguro en cada instante que sepa mirar y le miren, desde el silencio y la fe, con los ojos del corazón, los de Dios, donde el dolor pierde su sentido de muerte. Y la vida nace de la madera bendita de una cruz, del rostro devoto de un Cristo que parece, solo parece, cansado, abatido, humillado... apenado por este nazareno imposible, en una estación de penitencia diferente, pero, siempre... con la misma fe, la misma esperanza y la misma convicción...