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jueves, 29 de mayo de 2014

Al cobijo de la cera...al calor de su luz

Al calor de la cera, a la dama de la Salud, cortejada más que consolada por sus hermanos, nos resulta difícil no encontrar un perfil por el que admirar su belleza. Porque todos sus candeleros se han agolpado delante de su peana, cerrando filas para abrigar tanta belleza.
Y la cera es luz. De día, el interior de su ansiado palio sera como cobijo de sombra que oculta en oscuridad el interior de las bambalinas. De noche, la luz pasara a recogerse dentro, como caja de resplandores, y serán las caídas interiores las que ahora se iluminen, dejando fuera la tiniebla. Eso que ganara el rostro de la Virgen, que ya es hoguera por sí solo y que cuando divise de vuelta su barrio de los Ángeles, no sabremos si llamarla por su Nombre o como también le cuadra entre la claridad de sus nazarenos, María de la Luz o María de la Blanca Salud...

2 comentarios:

PEPE LASALA dijo...

Llenas de devoción a cualquiera que te lea amigo. Gracias y un fuerte abrazo.

Siempre al cielo con El dijo...

Buenísima entrada y gran foto.