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miércoles, 30 de octubre de 2013

Dolores te llaman...

...y refieren que allá por el mes en que las flores reflejan tu belleza, vuelves a ser una niña, evocando aquellos tiempos cuando correteabas por el convento rodeada de hermanas…

lunes, 28 de octubre de 2013

Sentirse arropado...

... una poderosa intuición del amor, signo de una sucesión de presentes históricos  que uno quisiera detener y eternizar para gozarlos como totalidad de la existencia, imagen ideal pensada y expresada como experiencia del sentimiento. Pasión de amor, de no estar solo. Lo mas hermoso y vital que puede ocurrirnos sin definición posible y pese a sus contradicciones.
Se necesitan, se hacen imprescindibles estas formas y manifestaciones de afecto, si queremos penetrar un poco en las claves, en el código, en algunos de los valores en los que se funda la, para muchos, insólita pervivencia de las cofradías y del carácter cofrade.
Porque las cofradías adquieren su máxima tensión en ese péndulo de posibilidades contradictorias que implica el amor, el afecto al hermano, el cariño en ciertas situaciones. Toda la fuerza humana de la actividad amorosa -condición mortal e inmortal a un tiempo- es, de alguna manera, el sentimiento de vitalidad que el cofrade pone en los rituales de la belleza y de la tradición. Fervores que no pueden comprenderse desde otras perspectivas de la vida, de nuestra vida, al menos desde el punto de vista de los comportamientos habitualmente considerados religiosos, pero que en el caso de los cofrades están llenos de una peculiar gracia y un hondo sentido de religación con lo trascendente, a veces como una necesidad vital de continuidad histórica, e incluso sentimental, o una forma de herencia en la que se manifiesta la inmortalidad afectiva.

domingo, 27 de octubre de 2013

El tiempo de los silencios...

... de los recuerdos, de lo que jamas volverá y... de lo que siempre perdurará... de los gestos... de los hechos... de las palabras y de los momentos... de lo vivido, de lo pasado y de lo que nunca, nunca daremos por olvidado... llega un tiempo en que todo nos recordara cualquier roce de una mirada y nuestro corazón se encogerá al pasar por la ultima de sus moradas... llega un tiempo en que todo se convierte en costuras de nostalgia...

jueves, 24 de octubre de 2013

Cuando los siglos se duermen...

Hay en él, en tu "paso" de Cristo que arrastra la Cruz hasta el Calvario, una palabra que nos quema: "la Pena nos urge".
Y hay ahí, en ese pequeño ámbito sacramental y conventual de la capilla donde te han puesto mis hermanos, tus cofrades, un silencio que habla. Mejor: un silencio que invade. Silencio puro, hacia dentro. Silencio interior que me parece en esa noche de Martes única, como un brillo oscuro que pusiera cerco a nuestras vidas.
Se perfila en el alma una congoja universal, una invisible espada nueva que hiere en lo mas hondo. Y brota en mi vivencia cofrade de aprendiz de cristiano, una herida que el viento hace espina en tu frente clavada.
Te veo ahí, tan cerca, tan indefenso, te miro solamente y tu estatura de cielo a punto de caer en tierra como un secreto bálsamo, luz demasiado viva esta brindando a mi ojo mortal.
Hermanos, ayudadme. ¿Acaso no estáis viendo todo un mundo quebrándose en sus ojos? Ese cuerpo fundido en las tinieblas del incienso, buscando un asidero de infinita hermosura, agua de vida eterna que fluye de su sangre con mística violencia, la Pena traspasando nuestra insensata historia, carne y sangre vencida, un parto de agonía, una patena irresistible donde brota el espíritu, donde despierta una ciudad dormida en la confluencia de los siglos...

domingo, 20 de octubre de 2013

La gloria de una ciudad...

Y se asoma  el invierno… a ésta ciudad tan fría que congela el llanto de los cofrades adelantando…quizás los sentimientos enraizados en su historia.
Y sigue siendo su bóveda clara alumbrando quimeras, cómo las estaciones de una vida por un habito  de paño pardo abrigadas en cada surco que delata su docta y sabia pluma.
Y mana  de su cielo, corriendo, el agua, cómo con prisas en esa plazuela que da paso al más puro y hermoso sagrario que guarda tradiciones y emociones de tiempos pretéritos.
Y cantan ruiseñores tras las cancelas del rancio monasterio, otro quehacer para resucitar como el ave fénix del poeta.
Y se ha quedado triste el convento sin su silencioso andar, sin su reservado mudo y quedo redactar… y llora la ciudad sombras cosechando los sueños del mañana... quizás mis sueños.
Idealizando una cosecha eterna en la comisura de las risas.
Y sigo aquí… venerándote con la mirada, cogiendo tus oraciones, tus vivencias al vuelo, con mis manos… sintiéndome aire, espiga o canto mellado por el tiempo al abrigo de los muros del Carmelo.
Y el verde es blanco Carmelita en el azul del cielo y sigo caminando por los sueños de mi ciudad yerma de sentimientos, tradiciones y respeto por tus más íntimos e inviolables adentros.
Despertando al sentimiento en el reflejo dorado, de un Sagrario que lejos de un soñado marzo nos dibuja una cuaresmal primavera de los sueños que despiertan a la oración y la penitencia.
Y quizás me encuentre… en los prados verdes de la vida o solo voy de paso por mi ciudad, por mi tierra mientras los sabios escritos de la Doctora, Reformadora y Santa permanecen intactos por la historia.
Y quizás un día recuerde que dejé sembrado mi corazón entre sus piedras centenarias enamorado de la sencillez de su ascetismo, la verdad de su recogimiento y los cantos de unos ángeles que hacen florecer en otoño las amapolas.

viernes, 18 de octubre de 2013

La pureza de un oficio...

...La grandeza de una afición... La fe que se convierte en arte... La honradez hecha trabajo... y el trabajo entregado sin medida por una pasión... Benditos hermanos costaleros...

miércoles, 16 de octubre de 2013

El milagro del Carmelo

Hay un lugar que desconcierta en esta ciudad de la pala, las rotondas y el adoquin... el espacio cerrado de los rancios muros del Carmelo, donde el prodigio transforma el presente en pasado, donde la palabra resuena con ecos Tridentinos y luego vuela hasta la pluma de una Santa, Doctora y Reformadora que entre hábitos de hermosa clausura emerge de los viejos tiempos y se hace presente, viva, rumor del "Libro de la Vida" envuelve esas añejas paredes... Y es allí mismo donde los siglos se detienen en honor de la gloria y la ceniza del tiempo, fundida en incienso, cera y el "verbum", se hace clamor de la Orden Carmelita. El Carmen, su convento, sus formas, su palabra sombras altísimas de un ámbito sacro que envuelve a esta Villa Real.

martes, 15 de octubre de 2013

Frente a la desesperanza... (colmo de la desolación)

...La Esperanza cristiana que impulsa la obra del amor y tiene como objeto preferente el destino total del hombre y del mundo.
Delicada virtud que parece una cosita de nada y que es, sin embargo, la que hace andar a la humanidad entera, llevando de la mano a sus dos hermanas mayores, la Caridad y la Fe...
La Esperanza asombro y maravilla de nuestra gracia...

jueves, 10 de octubre de 2013

Momentos de Fe... La fe de los momentos

Hoy... que en el paseo viejo que me lleva hasta tu casa escasean -como los puñados de albero de tu denostado
Prado- plegarias que se anudaron al cuello tus hijos, déjame que te confiese en la distancia que nos une aquello que nunca he sido capaz de contarte cuando he estado lejos de Ti.
Apenas me quedan secretos ya que desvelarte.
Conoces como nadie a que huele la vereda de mis palpitaciones; percibes en el horizonte la nostalgia de mis atardeceres cuando te pregunto por mis ausencias y sabes -como sólo lo sabe el aire-, que en las orillas de mi carácter se van acumulando los rencores de aquellos que un día me apreciaron.
Tranquila, haré caso de tus consejos y seguiré sin echarles ni cuenta; me estoy acostumbrando a convivir con ello; todo lo contrario a lo que me sucede cuando Agosto se asoma por el calendario.
Y es que no me acostumbro a cohabitar con esta moda pasajera que tanto daño te está haciendo cuando veo a algunos “culipardos de temporada” que solo llevan un agosto sobre tus huellas y que enarbolan la bandera de la auténtica fe en Ti sin detenerse en preguntar a qué dirección mandan sus rezos.
Y es que no me acostumbro a tener que dar explicaciones sobre mis luces y mis sombras, esas que sólo tu camarín difumina cuando me persigno al pasar por su remozado frente cada día, cada tarde de mi vida.
Y es que no me acostumbro a tener que escuchar cada año las mismas explicaciones sobre aquello de lo que es y significa tu salida o deja de serlo; a ver cuándo se enteran que no hay mayor ofensa que la de sentirse ofendido.
Sabes que yo no soy un santero, pero en mi memoria hay pasadizos donde se reflejan los recuerdos de tu rostro oponiéndose al miedo, bien en forma de fotografía, bien en forma de medalla plateada, bien en forma de ramillete de alabanza.
Sabes que yo no soy virtuoso, pero en mi sien hay sonidos clavados donde se confunden inicios de Amarguras con los acordes de tu órgano al llegar la tarde de los sueños donde San Lorenzo en vísperas pone a una ciudad camino de la dicha.
Sabes que yo no soy ejemplar, pero sobre mis dedos aún quedan restos de aquella vez que apreté con tanta fuerza el calor de tu vela y la cera rompió a llorar por mi mano en esa antigua ya primera salida custodiando el azul de tu maternal mirada.
Y sabes mejor que nadie lo que me está doliendo perder a esa “madre” que solo vivía pendiente de Ti; al menos apriétale la mano para que respire otros tantos y cuéntale cuando la veas que la echo de menos.
Me niego a estas alturas de mi vida a renunciar a tu nombre, a esquivarte la mirada o a perderme en la infinidad de tu gracia, pero yo al menos soy sincero y ante Ti descubro mi alma de cofrade a la que le falta el pespunte de tus mañanas, el festejo de tu llegada o el canto de tus poemas.
Si aun así quieres que me pase a verte; si aun así me aceptas como hijo; si aun así eres capaz de perdonarme, sombréame una sonrisa que yo iré a rezarte, aunque yo no sepa quererte como lo hacen los demás.

jueves, 3 de octubre de 2013

La Fe

Dicen que la fe es creer en aquello que no se ve. Eso no sucede en mi ciudad. Los que afirman esto no conocen ese sentimiento que juega con las piedras de un convento cuando a lo lejos y desde su clausura se vislumbra una parihuela de Penas en ejemplar ensayo, desconocen a que sabe el aroma de una sacristía cuando hay que montar y desmontar un efímero altar de insignias y jamás entenderán que los sueños se acurrucan entre las dobleces de una papeleta de sitio justo antes de comenzar a caminar entre el suelo recio de una plaza y el cielo puro de un Martes Santo.
Dejarme que os cuente algo…
La fe que se destila en esta tierra nace en aquellas maderas del arte que declamaron desde la puerta misma del cielo que nos ofrece la sublime clausura del Carmelo; es la salida de un Cristo que se agarra a su Cruz para que todos podamos sujetarnos a Ella; es ese puñal entrelazado a sus Dolores que deambula por Santiago de vuelta, y es María, la que caminó entre senderos de luces hace unas horas, unos días, y que en una subida al cielo por el San Pedro viejo, deja asomar una sonrisa amarga al escuchar un villancico en pleno desenlace de la Semana Santa.
Si queréis que os siga contando cosas de la fe, y de cómo se queda a vivir en los silencios de una madruga de Viernes Santo, en el regazo de una rosa que alberga el Amor de Dios o en la Poderosa Pena de un Señor que es Luz, darme la mano, coger vuestro costal, ajustaros el capirote y acompañarme que aún tenemos muchas cosas por descubrir…