Vistas de página en total

martes, 30 de julio de 2013

Raíces sin arraigo...

...Cuando por fin se ha arriado el paso del mal tiempo, cuando se va acercando el equinoccio que da fin al verano, cuando aun son mas los días que faltan que los que hay esperar, cuando las horas ya están tomadas, cuando es definitiva la victoria de la luz…entonces y sólo entonces empieza a levantarse esta efímera ciudad de viejos tópicos tan reiterativos como necesarios para construir el paraíso de unos y el infierno de otros,
(para los que nos agarramos a la fiesta de la Pandorga como si del ultimo vestigio de la historia de una ciudad sin nada de ella se tratase).
En esta urbe de una semana para muchos no puede faltar este remanso donde beber los recuerdos que muchos parecen querer olvidarlos.
Sirve para dar un empujón a otros siempre mejores tiempos y para dar protagonismo a nuestros mas insignes y autóctonos vocablos, en recipiente de barro, cristalino, espumoso y líquido elemento en su interior dulcemente aderezado y tocado por el agrio limón. También es pasatiempo juvenil. Jamás hubo fiesta con mayor apoyo en la tradición, con mayor sentido y respeto hacia una Madre que nos brinda su amparo allá por el Prado. Así será hasta que algún progre enlatado y con vocación de servicio al partido de turno decida estrenar una nueva ubicación, unos nuevos actos y una nueva fiesta a lomos de una burra, para que parezca conservar el espíritu de antaño y contentar al populacho. Lo han visto. En nuestra ciudad la Pandorga y el Prado ya tienen su cuenta atrás.

No hay comentarios: